Un arrecife artificial que cobra vida frente a Isla Tortuga.
Frente a las aguas pacíficas de Isla Tortuga, en el Golfo de Nicoya, Costa Rica, reposa hoy una estructura que ha renacido como ecosistema marino. Se trata del Franklin Chang‑Díaz, hundido de forma controlada el 30 de julio de 2004, con la asistencia de la Guardia Costera de Costa Rica

Desde entonces, ha comenzado su transformación definitiva: de buque logístico retirado a punto de encuentro para la vida marina y buzos por igual.
Este no es solo fue un proyecto ambiental, sino también una historia submarina que viví de cerca. La primera vez que buceé en el Franklin Chang‑Díaz fue una mañana saliendo desde Playa Herradura, una travesía que he repetido en varias ocasiones, llevando buzos tanto nacionales como internacionales a explorar sus estructuras cubiertas de vida.

El hundimiento del Franklin Chang estuvo planeado con precisión: colocaron el barco en una zona segura del fondo marino, a unos 35 metros de profundidad, para asegurar su estabilidad y favorecer la colonización biológica. Hoy, esa estructura de acero ha sido cubierta por corales incipientes, esponjas y bancos de peces que ya la han adoptado como hábitat.
Cada inmersión ofrece algo nuevo: rayas que recorren sus lados, esponjas abrazando su base, peces tropicales navegando entre fragmentos de coral y zonas de sombra. El buceo aquí está al alcance de buzos recreativos con certificación estándar, y atrae también a quienes buscan experienciar el crecimiento de un arrecife artificial en tiempo real.
La ubicación, a la sombra de Isla Tortuga, facilita el acceso y complementa el atractivo turístico de la zona. Una visita guiada a este sitio no sólo ofrece una inmersión interesante, sino también una manera de educar sobre conservación y biodiversidad marina, sin aumentar la presión sobre arrecifes naturales existentes.
Resumen clave
Una referencia que resuena más allá de estructuras sumergidas
Este es el tipo de iniciativas que en NewReef.org queremos destacar.
El Franklin Chang‑Díaz no es solo un pecio sumergido: es un testimonio de cómo un proyecto bien planificado puede convertirse en un ecosistema vivo y una propuesta tangible para experiencias de buceo sostenible. Para mí, es un lugar de conexión directa con la naturaleza, la comunidad y la conservación.
Si deseas conocer más de estos proyectos y formar parte de una iniciativa similar, envíanos un mensaje!